Explora

Explora
Escritorio
Explora
Glosario
Explora
Cursos
Explora
Artículos
Explora
Hazlo tú mismo
Explora
Experiencias
Explora
Proyectos
Explora
Productos
Comunidad

Explora
Grupos
Explora
Eventos
Explora
Videos
Explora
Archivos
Explora
Miembros
Explora
Expertos
Técnicas

Explora
Agricultura
Explora
Avicultura
Explora
Acuacultura
Explora
Lombricultura
Explora
Caprinocultura
Explora
Meliponicultura
Explora
Fungicultura
Explora
Bioconstrucción
Explora
Energía
Mi perfil

Explora
Editar perfil
Explora
Editar cuenta
Explora
Mis compras
Explora
Mis direcciones
Comunidad

Explora
Mis cursos
Explora
Mis artículos
Explora
Mis grupos
Explora
Mis videos
Explora
Mis experiencias
Explora
Mis glosarios
Explora
Mis proyectos
Explora
Mis hazlo tú mismo
Granja en Casa

Explora
Ayuda
Explora
Opciones
Explora
Cerrar sesión
Hola Usuario
Aportar
Publicar en grupos
Artículo de blog
Experiencia
Proyecto
Elemento de glosario
Hazlo tú mismo (DIY)
Glosario
Conceptos clave explicados en simple.


.
Cargando…



.



.



.



.



.



.


Lombricomposta: Aprovecha tus residuos de cocina
La lombricomposta es una forma práctica, limpia y muy efectiva de transformar los residuos de cocina en un abono de altísima calidad, incluso si vives en un departamento. En lugar de depender solo de microorganismos, este método utiliza lombrices rojas californianas que digieren la materia orgánica y la convierten en humus de lombriz, un abono suave, rico en nutrientes y lleno de vida microbiana.
Este tipo de composta se puede hacer en cubetas apiladas, cajas de madera o plástico, macetas viejas o composteras especiales con niveles, siempre con ventilación, tapa y orificios de drenaje. Se coloca una cama base de cartón húmedo, hojas secas o fibra de coco, y luego se empiezan a agregar los residuos poco a poco, tapándolos con materia seca.
Las lombrices comen casi todos los residuos vegetales crudos: cáscaras de fruta, restos de verduras, pan sin grasa, café molido, cáscaras de huevo trituradas. No toleran alimentos cocinados, cítricos en exceso, carnes, lácteos ni residuos muy ácidos o condimentados. Por eso, es importante separar bien lo que les das.
El sistema funciona mejor en sombra y temperaturas templadas (entre 15 y 28 °C). Si hace mucho calor, se pueden esconder en lo profundo o morir. Si hace frío extremo, se vuelven lentas. Mantener la humedad es clave: el sustrato debe sentirse como una esponja exprimida, ni seco ni chorreando.
Cada 2 a 3 meses puedes cosechar el humus, que se verá como una tierra fina, oscura y sin olor. Para separarlo de las lombrices puedes usar la técnica de la luz (ellas se esconden y recoges lo de arriba), o pasar los niveles hacia arriba y dejar que migren solas. También puedes aprovechar el lixiviado (líquido) que cae al fondo, diluirlo con agua y usarlo como fertilizante líquido para plantas.
La lombricomposta es perfecta para personas con poco espacio, que cocinan en casa y quieren una relación más directa con sus residuos. Además, es muy educativa: te conecta con el ciclo de la materia, con el tiempo natural, y te hace valorar cada cáscara como un recurso.
Con unos pocos kilos de residuos al mes, puedes alimentar a cientos de lombrices que trabajan día y noche para darte abono vivo. Una pequeña granja subterránea en tu patio, cocina o rincón favorito… y todo sin olores, sin ruido y con grandes resultados.

Fecha de modificación:
Técnica
30/9/23
Lombricultura
Métodos
Categoría
Autor
Vive de la tierra
Fotos y videos
Lombricultura: La guía del principiante – Mary Appelhof.
Worms Eat My Garbage
Flower Press, 1997.
Fuentes








