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Hazlo tú mismo (DIY)
Preparación de sustrato para cultivo de hongo
El sustrato es el alimento del micelio, la “raíz” del hongo. De su calidad, textura y composición depende en gran parte el éxito de tu cultivo. Una de las maravillas de la fungicultura urbana es que puedes preparar sustratos usando materiales reciclados o de bajo costo que probablemente ya tienes en casa o puedes conseguir fácilmente en tu comunidad.
Los hongos comestibles más comunes, como los Pleurotus (setas), crecen muy bien sobre una variedad de sustratos vegetales ricos en celulosa: paja de trigo o cebada, bagazo de café, aserrín, cartón, hojas secas, cascarilla de arroz, e incluso papel triturado. Puedes usar estos materiales por separado o mezclarlos para mejorar la textura y nutrición.
El paso más importante antes de inocular (agregar el micelio) es pasteurizar o esterilizar el sustrato. Esto se hace para eliminar microorganismos no deseados que podrían competir o contaminar tu cultivo. Para sustratos caseros, lo más práctico es la pasteurización con agua caliente: sumerges el material en una olla con agua a unos 65–70 °C durante 1 hora, luego lo escurres bien y lo dejas enfriar completamente. El resultado debe estar húmedo pero no chorreando.
Otra opción más sencilla, para quien no tiene estufa o termómetro, es hidratar con agua caliente y cal. Mezclas el sustrato con agua caliente y unas cucharadas de cal agrícola (o hidróxido de calcio), lo dejas 12 a 18 horas, escurres y ya está listo. Esta técnica es ideal para paja o cartón.
Una vez pasteurizado, el sustrato se mete en bolsas, baldes o cajas (previamente limpias) y se inocula con el micelio. Se mezcla bien y luego se deja reposar en un lugar oscuro y cálido por unos días o semanas para que el micelio colonice completamente el material. Durante este tiempo, el sustrato se va cubriendo de una especie de telita blanca: esa es la señal de que el hongo está creciendo bien.
Cada hongo tiene sus preferencias. Las setas rosas o amarillas crecen bien en paja y cartón; el shiitake prefiere bloques de aserrín prensado o troncos de madera dura; y la melena de león se adapta bien a sustratos más finos como bagazo de café mezclado con aserrín. En general, mientras más pequeño sea el material, más rápido se coloniza, pero también hay más riesgo de que se compacte y no respire.
Al preparar sustratos en casa, asegúrate de mantener todo limpio, manejarlo con manos lavadas y evitar ambientes con mucha humedad ambiental que puedan atraer mohos. La práctica hace al maestro: empieza con lotes pequeños y prueba combinaciones hasta que encuentres lo que mejor funciona en tu espacio y con tu clima.
Una vez que aprendes a dominar el sustrato, puedes cerrar un círculo muy valioso: convertir residuos de cocina o jardín en alimento sano, sabroso y local. Es un paso más hacia una vida urbana conectada con los ciclos naturales.

Fecha de modificación:
Técnica
Fungicultura
Métodos
Categoría
Autor
gustavo-monforte-herrero
Fotos y videos
Fuentes






