Los métodos de cultivo controlado de hongos permiten a los entusiastas de la fungicultura casera producir hongos en un entorno donde factores como la humedad, la temperatura y la luz pueden ser monitoreados y ajustados para optimizar el crecimiento. Uno de los métodos más comunes para los principiantes es el uso de kits de cultivo pre-inoculados, que vienen con todo lo necesario y simplifican el proceso al proporcionar un bloque de sustrato ya colonizado con el micelio del hongo.

Otra opción es la preparación de sustratos caseros, que aunque requiere más esfuerzo, permite una mayor personalización y a menudo es más rentable. Este método implica la esterilización del sustrato, la inoculación con esporas o micelio y el mantenimiento de condiciones adecuadas de humedad y temperatura para promover el crecimiento.

Para los cultivadores que buscan un desafío mayor, construir una cámara de cultivo controlada puede ser una opción. Esto implica crear un espacio sellado donde las condiciones ambientales pueden ser ajustadas con precisión, permitiendo cultivar una variedad más amplia de hongos que requieren condiciones específicas. Independientemente del método elegido, el cultivo controlado de hongos es una manera satisfactoria de producir alimentos frescos y puede ser una interesante afición o incluso un pequeño negocio casero.