La acuacultura urbana es la práctica de criar peces y otros organismos acuáticos en casa, aprovechando patios, azoteas, jardines o incluso espacios interiores bien acondicionados. Puede parecer algo muy técnico, pero con el enfoque adecuado se vuelve una forma accesible y eficiente de producir proteína animal en pequeños espacios, y además puedes combinarla con plantas para crear un sistema cerrado.

En un mundo donde cada vez dependemos más de cadenas de suministro lejanas y muchas veces insostenibles, criar tus propios peces representa una alternativa real para alimentarte de forma consciente. También es una actividad relajante, educativa y altamente integrable con huertos urbanos, especialmente a través de sistemas de acuaponía.

Lo más interesante de la acuacultura casera es que puede ser tan simple o tan compleja como tú quieras. Desde un pequeño estanque ornamental con peces y plantas acuáticas, hasta una tina o tanque con tilapias o bagres para consumo. No necesitas una alberca ni sistemas industriales, solo planificación, cuidado y constancia.

Para quienes quieren un enfoque productivo, la tilapia es una de las especies más comunes por su resistencia, rápido crecimiento y adaptabilidad. Con una tina de 500 litros, puedes criar entre 20 y 30 tilapias, dependiendo de la calidad del agua y el sistema de filtración que uses. En aproximadamente 6 a 8 meses, puedes obtener peces listos para consumo, alimentados en casa.

En cambio, si prefieres un sistema más decorativo o relajante, puedes optar por un pequeño estanque con koi, carpas doradas, peces guppy, y complementar con plantas acuáticas como el lirio de agua, lenteja acuática, elodea o jacinto. Estas plantas ayudan a oxigenar el agua y a mantener el equilibrio del ecosistema acuático, además de dar sombra y cobijo a los peces.

La acuacultura urbana también se puede integrar con el cultivo de plantas a través de la acuaponía, donde los desechos de los peces sirven como fertilizante natural para hortalizas, y las raíces de las plantas ayudan a filtrar el agua, creando un sistema autosustentable. Esta combinación es ideal para quienes quieren producir proteína y vegetales en el mismo espacio.

Ya sea por alimentación, por estética o por educación, la acuacultura en casa es una herramienta poderosa para acercarte a la producción consciente de alimentos. Si aprendes a entender el agua, los ciclos y los peces, tendrás en casa una fuente constante de vida, alimento y aprendizaje.