Al igual que cualquier ser vivo, los peces necesitan una dieta balanceada, un ambiente estable y vigilancia constante para mantenerse sanos. En sistemas urbanos, donde el espacio y el agua son limitados, estos cuidados se vuelven aún más importantes para evitar enfermedades y lograr una producción saludable, ya sea ornamental o para consumo.

La alimentación depende del tipo de pez que tengas. Para tilapias y peces comestibles, lo más práctico es usar alimento comercial para acuacultura (concentrado), que viene en diferentes presentaciones según la etapa de crecimiento. Se puede complementar con restos vegetales como hojas de lechuga, chaya o acelgas, pero siempre con moderación y asegurando que estén limpios y libres de agroquímicos.

En peces ornamentales como carpas, koi o guppys, hay alimento especial en forma de hojuelas, pellets flotantes o sticks. No hay que sobrealimentar: una o dos veces al día, en porciones que los peces puedan consumir en menos de 3 minutos. Si queda alimento flotando después de ese tiempo, estás dando de más, y eso ensucia el agua rápidamente.

Una práctica muy útil es hacer ayunos controlados una vez a la semana. No darles de comer un día permite que el sistema digestivo de los peces descanse, y ayuda a mantener el agua más limpia. También puedes aprovechar ese día para revisar el sistema: checar el color y comportamiento de los peces, limpiar el filtro, o medir los parámetros del agua.

Entre los signos de salud en los peces están: nado activo, buena respuesta al alimento, aletas extendidas y colores brillantes. Si ves que un pez boquea en la superficie, nada de lado, tiene manchas, heridas o no come, es señal de que algo anda mal. Aísla a los peces enfermos si puedes y revisa la calidad del agua. La mayoría de los problemas vienen por cambios bruscos de temperatura, mala oxigenación o exceso de amoníaco.

Para evitar enfermedades, la prevención es tu mejor aliada. Mantén el agua bien oxigenada, alimenta de forma equilibrada y no mezcles especies de distintos tamaños o temperamentos sin conocerlas bien. Si vas a introducir nuevos peces, lo ideal es ponerlos unos días en un recipiente aparte para observarlos antes de mezclarlos con los demás.

Otro punto importante es evitar el uso de químicos o medicamentos a la ligera. Si necesitas tratar una enfermedad, busca alternativas naturales o asesoría especializada. En sistemas donde se combinan peces con plantas (acuaponía), los químicos pueden afectar las raíces o desequilibrar todo el sistema.

Cuidar peces no es difícil, pero requiere atención diaria y constancia. Son animales silenciosos que no piden mucho, pero te enseñan mucho sobre equilibrio, paciencia y conexión con los ciclos del agua y la vida. Si los observas con atención y mantienes el sistema en orden, tendrás peces saludables y felices por mucho tiempo.